Caricias Perpetuas.

lunes, 25 de junio de 2007

Necesidad.

Necesito tus manos como aquellas que saben llevar el timón en los tiempos de tempestad...
Necesito tus ojos como aquellos faros que me iluminan cada vez que estoy perdida y necesito llegar a tierra.
Necesito tus labios como el soplido del viento en mis velas, necesito tus besos como recompensa por viajar por aguas tan bravas.
Necesito tus piernas, por si un día necesito encontrar el camino a la fuente de mi felicidad.
Necesito tus oídos, para que escuchen las peticiones que una pequeña voz quiere hacerte...
Necesito tus brazos, para que me atrapen al muelle tal como cuerdas atraparon mi barco que navegaba a la deriva.
Te necesito.
En tu totalidad.
No quiero migas, ni sobras, te necesito en tu complejidad y totalidad.
Por sobre todo en tu complejidad.
Necesito que esos labios solamente pronuncien mi nombre, que aquellos besos solamente besen mi cuerpo, que tus manos solamente encuentren asidero en mí.
Necesidad.
Es lo que yo tengo de tí.

sábado, 16 de junio de 2007

Pequeña.

Ahora los trigos significan su cabello.
La miel son sus labios.
Dulces, melosos y con calor.
Ahora él es el mar.
Aquella inmensidad que me sobrecoje con cada ola.
Él lo es todo.
Es aquel que me despierta y me hace dormir.
Es aquel que cuida mis sueños, para hacerlos realidad juntos.
Ahora él es la única persona de la cual quiero que hablen cuando escriban mi biografía.
"En que piensas, pequeña?"
Pequeña...siempre me ha dicho pequeña, pero lo soy cuando me pierdo entre sus manos, entre sus besos, entre sus cabellos...
-"Pensaba en tí..."
"Yo no quiero que pienses en mí, quiero que seas parte de mí..."

lunes, 11 de junio de 2007

Domingo en la Mañana.


Hoy desperté entre sus brazos, aquellos que me cobijan cuando tengo frío.
La luz era tenue, lo suficiente para ver que a mí lado se encontraba el hombre que me hace feliz.
Me levanté e intenté no despertarlo, mas mis intentos fueron inútiles.
Tiró de mi mano, y me llevó hacia él.
Removió aquel mechón rebelde que causó la curiosidad que permitió que estuviesemos juntos, y luego me miró.
"Quiero que seas el rostro que veo cada mañana al despertar".
No encontré palabras.
Creo que no fueron necesarias tampoco.
La luz tenue ahora ya no importaba, ni el ruido, ni el frío.
Estaba dentro de mi propio sueño, derribando la oscuridad y las barreras.
Besé su mentón, y le prometí que así sería.
"Eso espero", me respondió él, y nuevamente, no encontré palabras.

martes, 5 de junio de 2007

Mar


Mientras muestras miradas mudas se comunicaban, nosotros caminabamos.
De la mano y sin prisa alguna, mas aún así nuestros pies caminaban a paso ligero.
Llegamos a la playa casi al anochecer.. y aunque no me gusta la playa, esta noche se veía distinta.
Esta noche se veía como él.
Calmada y serena, con ritmo, silenciosa.. Dispuesta a escuchar.
Caminamos, aunque el viento se colaba por mis ropas y enfriaba mi cuerpo, lo seguí.
Hasta que se detuvo, cogió una estrellita con sus manos.
Yo solamente lo miraba.
"Estamos hechos del mismo polvo de estrellas, y mírame a mí, mírate a tí y mira esto. Somos tan distintos y somos de lo mismo, cómo me lo explicas?"
Lo besé.
No tenía respuesta y no quería mentirle.
Tal vez el amor era la respuesta.
Puso su mano helada en mi cuello y me miró.
Supe que él ya no necesitaba una respuesta.
Aunque yo ahora la necesitara más que nunca.

domingo, 3 de junio de 2007

Anoche

Anoche mis manos no encontraron tu cuerpo.
Sentí que te habías ido pero aún permanecía tu calor a mi lado.
Intenté buscarte, mas mis manos solamente dieron con tu ausencia.
Tus labios no pronunciaban palabra, tus manos no recorrían el mapa que tantas veces habían seguido.
Y el silencio se hacía tan notorio.
El silencio eras tú, el silencio era yo.
Era parte de ambos.
Y mientras este nos consumía, mi alma pedía a gritos que tu cuerpo me tomara una vez más.
A cambio de eso, te levantaste silencioso y tomaste tu abrigo.
Abriste la puerta, y te deshiciste en la niebla.
Mis manos y mi cuerpo se quedaron esperando.
Esperanzada por tu vuelta.
Aquella que nunca se concretó.